miércoles, febrero 18, 2009

Respuesta a Victor Farias.


Al cumplirse el XVII aniversario de la muerte del Ex Presidente de la República Don Eduardo Frei Montalva, como militantes y simpatizantes de la Democracia Cristiana nos vemos en la obligación moral y ética de salir al paso de las calumnias y ataques personales que en su contra y partido ha efectuado el filósofo Víctor Farías en su libro “La Muerte del Camaleón. La Democracia Cristiana Chilena y su descomposición”.
Desde hace un tiempo el referido personaje ha encontrado un fértil nicho en el revisionismo histórico no académico y pseudo científico. El mismo señala que “…no pretende presentar una historia de la DC chilena, ni siquiera del período aquí preferentemente analizado. Una historia científicamente fundada supondría un vasto trabajo documentario relativo ante todo a las instituciones a las que se vincula el movimiento”.
En un primer momento, su objeto de estudio fueron los vínculos del nazismo con Chile, luego atacó a Salvador Allende acusándolo de fascista, reinterpreto la matanza de Santa María de Iquique y ahora se ensaña con Eduardo Frei Montalva y otras importantes figuras de nuestro partido como Bernardo Leighton, Jaime Castillo Velasco, Radomiro Tomic y Patricio Aylwin entre otros.
Ya en la introducción se muestran los vacíos que presentará el libro “…el antiamericanismo, el odio por los Estados Unidos, había conseguido desde tiempos remotos, lo imposible: la unidad de las izquierdas totalitarias y las derechas improductivas”. Se supone que para Farías las izquierdas totalitarias son comunistas y socialistas, pero en ningún punto se refiere a quienes representan a las derechas improductivas ¿son los agricultores? ¿los empresarios industriales? ¿excluye a los comerciantes? El filósofo nada dice al respecto.
Luego, principalmente a partir de editoriales del diario “El Tarapacá” y la revista “Lircay”, medios en que Eduardo Frei Montalva tuvo participación, llega a una conclusión al menos llamativa: Frei era un verdadero fascista con claras simpatías por el III Reich. Para fundamentar tan temeraria acusación recurre en forma desordenada a las citadas editoriales y a algunas cartas sin establecer el más mínimo contexto histórico. No resulta extraño entonces que no se cite ninguna obra dedicada al estudio de la historia contemporánea. Como el señor Farías ha optado por elegir a la historia como principal objeto de su estudio, no está de más esperar que recurra como fuente a alguna obra de Hobsbawn o Thomson.
Sí resulta llamativo que dos obras fundamentales sobre la materia que trata en la “La Muerte del Camaleón” apenas aparezcan mencionadas. Nos referimos a “El Partido Demócrata Cristiano” de George Grayson y “Eduardo Frei Montalva y su Época” escrito por Cristián Gazmuri en colaboración con Patricia Arancibia y Álvaro Góngora. Puede resultar explicable la omisión del primero, considerando que el norteamericano Greyson escribe desde la década de los sesenta y no esconde sus simpatías por la Democracia Cristiana, cosa que no deja de ser curiosa, pues Farias asegura que ya en esa época el partido ha pasado a ser lo que califica como “cripto marxista” no obstante seguir contando con la confianza de la Alianza para el Progreso impulsada por le gobierno de los Estados Unidos.
Más imperdonable resulta la omisión del libro de Gazmuri, el estudio más acabado realizado hasta la fecha sobre Frei Montalva, que, lejos de ser un panegírico, con clara rigurosidad histórica aborda tanto las luces como las sombras del personaje. Farias prácticamente lo pasa por alto ¿alguien puede dudar de la seriedad de Gazmuri, Arancibia y Góngora? ¿el filosofo pretende hacernos creer que también forman parte de esta suerte de conspiración de la mayor parte de la historiografía para ocultar una verdad que sólo él ha podido descubrir?
Tras terminar con Frei y luego del fin de la Segunda Guerra Mundial, se centra con particular encono en la figura de Jaime Castillo Velasco, a quien acusa de ser uno de los ideólogos en el proceso de transformación del partido en un movimiento de tendencia “cripto marxista”. Sus ataques luego se dirigen en contra de Radomiro Tomic, Julio Silva Solar y Patricio Aylwin.
De más está decir que no se realiza ninguna conexión entre “la revolución en libertad” y el convulsionado mundo de los años sesenta. Para Víctor Farias las ideas políticas surgen en forma casi espontánea, totalmente ajenas al contexto económico y social en que se desarrollan. Una simplificación que llega a ser desconcertante.
No deja de ser curioso que el autor termine su relato sobre la DC el 11 de septiembre de 1973. Una de las épocas más importantes de la historia de la Democracia Cristiana. El distanciamiento de los militares y la lucha en contra de la dictadura militar para recuperar la democracia al parecer son para Farias temas que ni siquiera merecen comentario. Sin ánimo de cuestionar en demasía a la persona del autor, a la luz de su obra da la impresión que la Dictadura Militar y la derecha política es un tema que le incomoda.
Es de esperar que en próximas entregas aborde la relación del fascismo con sus múltiples formas durante este período de la historia de Chile. Por de pronto está acreditada la relación entre Manuel Contreras y grupos neofascistas italianos como el dirigido por Stefano Delle Chiaie, que se encuentran involucrados en el atentado en contra de Bernardo Leighton y su esposa Anita Fresno. De seguro material no le va a faltar.



Cristian Canales, Historiador y Egresado de Derecho.
Juan Pablo Marchant, Administrador Público y Militante PDC.
Alfonso Galaz, Químico Farmacéutico.
Jaime Correa, Historiador y Militante PDC.
Catherine Mendy, Arquitecto.
Juan Pablo Fuentealba, Profesor de Historia.
Mariela Alvarez, estudiante Trabajo Social.