martes, junio 01, 2010

Dios salve a La Reina


La Reina se encuentra en una encrucijada: mantener su carácter de comuna a escala humana donde aún existe una vida de Barrios o convertirse en otra Ñuñoa o La Condes, con edificios en altura, grandes tacos, mayor ruido ambiental y menos tiempo para sus habitantes.

Como todos sabemos los intereses de las inmobiliarias siempre han estado presentes sobre la comuna y claramente permean el actuar el municipio y sus autoridades. Algunos nos acusan de politizar la discusión sobre la comuna y la ciudad que queremos y se esgrimen argumentos como que “es necesario aumentar las densidades de la comuna”, pero la pregunta es quién determina esa necesidad: el municipio, las inmobiliarias o lo vecinos. Y bienvenido que el tema se politice, porque hablar de temas que nos afectan como comuna y ciudad es hablar de Política, aunque parece extraño, ese es el rol que los partidos políticos han dejado de lado para solo concentrarse en su rol de acceso al poder.
Además, a nivel regional, la modificación de Plano Regulador de la Región Metropolitana hará que 10.000 hectáreas de suelo agrícola cambien el uso de suelo para convertirse en suelo habilitado para construcción de vivienda. Esto último, sin duda, un tema polémico, ya que en la Región metropolitana contamos con los mejores suelos agrícolas del país.

No se trata de estar contra el progreso, pero es fundamental cuestionarse si es saludable que las ciudades y, en particular, nuestra comuna sigan creciendo como lo están haciendo y como las autoridades locales lo están planificando. Preguntas de que si acaso valoramos la integración social, la vida de barrio o si acaso preferimos seguir creciendo segregadamente, es un pendiente para nuestra comuna, ya que entre los elementos ausentes en el Plano Regulador, aprobado por el Consejo Municipal, se encuentra una solución real para las 1500 familias allegadas de la Villa La Reina, donde el hacinamiento, la drogadicción, la falta de oportunidades y el microtráfico crece cada día, perjudicando la calidad de vida de quienes ahí habitan.

Es por esto que es fundamental que se pronuncie la totalidad de la comunidad, y para ello, sin lugar a dudas el plebiscito es la forma más auténticamente democrática. Con dicho propósito estamos invitando a los vecinos de la comuna a firmar solicitando al Municipio la realización de un Plebiscito, para que la comunidad se pronuncie respecto a sí aprueba o rechaza las modificaciones propuestas al Plan Regulador Comunal.

Lamentablemente el Consejo Comunal de La Reina a dado la espalda a una discusión profunda con la comuna acerca de que tipo de desarrollo, para poder mantener una identidad como comuna. Por lo anterior reiteramos la invitación para seguir juntando firmas y así lograr tener un plebiscito comunal donde todos los vecinos se expresen.

Juan Pablo Marchant