lunes, octubre 18, 2010

Construyendo Futuro para La Reina.

1. El PDC en La Reina debe ser un núcleo de personas al servicio de un proyecto de comuna, que esté integrada social y culturalmente, con alma humanista donde convivan personas y comunidades de distintos estratos sociales e intereses culturales; donde exista un proceso continuo de mejoramiento de calidad de vida de los vecinos que llegue a todos los sectores y barrios. No creemos en promedios ni en leyes de los grandes números, apostamos a un desarrollo a escala humana y cuyos beneficios se sientan en todas las esquinas de La Reina.

2. Esta meta significa mejorar nuestra interacción y conocimiento de la comuna, debemos potenciar la acción de nuestros profesionales, técnicos y dirigentes sociales; ponernos como tarea partidaria, la incorporación a las juntas de vecinos y la generación de nuevos movimientos ciudadanos. Debemos ser capaces de trabajar en red y estar conectados con las necesidades de todos los habitantes de La Reina. Nuestro objetivo es reforzar la organización interna para hacer esta tarea coordinadamente; y, estar presentes en la discusión sobre el proyecto futuro de la comuna.

3. Es esencial actuar con toda la Concertación, y con el resto de la oposición, e incorporar a los otros sectores que apoyen nuestro proyecto comunal y que nos permita ir generando una mayoría política que haga viable las transformaciones que aspiramos para La Reina.

4. Debemos apostar a enfrentar las próximas elecciones municipales como parte de un Movimiento Ciudadano que integra a los partidos de la Concertación. Aspiramos a ser parte de un movimiento político y social amplio y no sólo a una alianza electoral entre partidos.

5. El candidato a alcalde de la comuna debe ser quien concite mayor apoyo ciudadano en el movimiento al que pertenezcamos. Nuestra apuesta es que debe ser un DC, pero para lograrlo debemos validarlo en el testimonio y compromiso con nuestro ideal de comuna reflejado en el movimiento por La Reina. Debemos ganarnos el cupo con la persona que mejor represente a quienes compartan los valores de la organización que crearemos al servicio de los vecinos.

6. Dentro del partido, nos organizaremos para cumplir con las tareas antes descritas, en una perspectiva de largo plazo, no solo pensando en las elecciones municipales y/o parlamentarias.

7. Nuestros candidatos serán elegidos en primarias abiertas.

sábado, agosto 28, 2010

Elecciones Directiva PDC


Estimados Camaradas:
Nos encontramos en un momento crucial para el país y nuestro partido, luego de mucho tiempo somos los militantes los que decidiremos quien dirige nuestro Partido. Este años se inicio con una dura derrota electoral, el electorado nos envió a la oposición .Lo más sencillo es buscar responsables, siendo que las causa son objeto de análisis profundo. Nosotros preferimos mirar el futuro preguntándonos en que podemos aportar por mejorar nuestra patria, nuestra ciudad y nuestra comuna.
Los abajo firmantes, queremos mirar el futuro con optimismo, pero con la profunda convicción de que la Renovación de nuestras ideas debe dejar atrás las viejas etiquetas y rencillas que tanto daño le han hecho a nuestra causa.
Creemos que la
lista Nº1 encabezada por camarada Ignacio Walker recoge de mejor forma los anhelos de renovación de la forma de hacer política.
Además como vecinos de La Reina creemos que como partido no debemos estar ajenos a lo que sucede en nuestra comuna y en nuestra ciudad. El Partido debe estar presente en las definiciones que los ciudadanos quieren de La Reina y su aporte a la ciudad, Es así que es fundamental elaborar propuestas programática s y una estrategia electoral municipal que aborde estas temáticas de La Reina y otras comunas.
Todos somos la voz de la Democracia Cristiana, la militancia está para servir al país, es por ello que debemos renovar los desafíos del futuro de cara a los ciudadanos, teniendo como horizonte la Justicia Social y la lucha permanente por eliminar la desigualdades escandalosas y continuar nuestra labor por generar mayores oportunidades de desarrollo para los chilenos y chilenas.
Es por ellos que los invitamos a votar por la Lista 1 del Movimiento Amplio por La Renovación.

Mariela Alvarez
Sara Campos S.
Ricardo Halabi
Sebastián Iglesias
Juan Pablo Marchant
Felipe Sandoval
Manuel Soto.
Luciano Foulleoux.

miércoles, agosto 04, 2010

Contactame

martes, junio 01, 2010

Dios salve a La Reina


La Reina se encuentra en una encrucijada: mantener su carácter de comuna a escala humana donde aún existe una vida de Barrios o convertirse en otra Ñuñoa o La Condes, con edificios en altura, grandes tacos, mayor ruido ambiental y menos tiempo para sus habitantes.

Como todos sabemos los intereses de las inmobiliarias siempre han estado presentes sobre la comuna y claramente permean el actuar el municipio y sus autoridades. Algunos nos acusan de politizar la discusión sobre la comuna y la ciudad que queremos y se esgrimen argumentos como que “es necesario aumentar las densidades de la comuna”, pero la pregunta es quién determina esa necesidad: el municipio, las inmobiliarias o lo vecinos. Y bienvenido que el tema se politice, porque hablar de temas que nos afectan como comuna y ciudad es hablar de Política, aunque parece extraño, ese es el rol que los partidos políticos han dejado de lado para solo concentrarse en su rol de acceso al poder.
Además, a nivel regional, la modificación de Plano Regulador de la Región Metropolitana hará que 10.000 hectáreas de suelo agrícola cambien el uso de suelo para convertirse en suelo habilitado para construcción de vivienda. Esto último, sin duda, un tema polémico, ya que en la Región metropolitana contamos con los mejores suelos agrícolas del país.

No se trata de estar contra el progreso, pero es fundamental cuestionarse si es saludable que las ciudades y, en particular, nuestra comuna sigan creciendo como lo están haciendo y como las autoridades locales lo están planificando. Preguntas de que si acaso valoramos la integración social, la vida de barrio o si acaso preferimos seguir creciendo segregadamente, es un pendiente para nuestra comuna, ya que entre los elementos ausentes en el Plano Regulador, aprobado por el Consejo Municipal, se encuentra una solución real para las 1500 familias allegadas de la Villa La Reina, donde el hacinamiento, la drogadicción, la falta de oportunidades y el microtráfico crece cada día, perjudicando la calidad de vida de quienes ahí habitan.

Es por esto que es fundamental que se pronuncie la totalidad de la comunidad, y para ello, sin lugar a dudas el plebiscito es la forma más auténticamente democrática. Con dicho propósito estamos invitando a los vecinos de la comuna a firmar solicitando al Municipio la realización de un Plebiscito, para que la comunidad se pronuncie respecto a sí aprueba o rechaza las modificaciones propuestas al Plan Regulador Comunal.

Lamentablemente el Consejo Comunal de La Reina a dado la espalda a una discusión profunda con la comuna acerca de que tipo de desarrollo, para poder mantener una identidad como comuna. Por lo anterior reiteramos la invitación para seguir juntando firmas y así lograr tener un plebiscito comunal donde todos los vecinos se expresen.

Juan Pablo Marchant

viernes, mayo 28, 2010

Ni príncipes ni mendigos


“La victoria tiene mil padres…la derrota es huérfana”.

Tal vez esta frase, atribuida a Napoleón Bonaparte refleje con la mayor claridad las discusiones tenidas por nuestros dirigentes en los últimos meses.
Los que gobernaban culpan a los partidos; los que dirigían los partidos culpan al gobierno. Otros, soterrada o abiertamente, a las bondades del candidato. Y los mas soberbios, desgraciadamente muchos, creen que la causa de la derrota hay que encontrarla en “la incapacidad de la gente para darse cuenta lo bien que lo estábamos haciendo”.

En cualquier caso, hay un patrón común en estas apreciaciones. Siempre las culpas están en los otros nunca en nosotros mismos.
Así parece ser entre los democratacristianos. La derrota del 70 no generó aprendizaje sustantivo. Menos la pérdida de la democracia el 73. Al comienzo del régimen militar, nuestro Partido, dividido entre los que descorchaban champaña y los que empezaron a sufrir los horrores de la dictadura, prefirió esconder la cabeza como el avestruz y no tomarse la molestia de sincerar las propias responsabilidades cuestión que nunca quisimos hacer. Fue mas fácil cargarle todo al mal gobierno del presidente Allende y nada a la incapacidad de mantener nuestras convicciones, “cuando conviene y cuando no conviene”, como aconsejaba el Cardenal Silva Henríquez.

Hoy no tenemos derecho a hacer lo mismo. Ningún análisis serio dejará de reconocer que esta, más que derrota, fue la consecuencia de la incapacidad para observar, con un mínimo de humildad, el clamor de amplios sectores de nuestra sociedad que nos pedía, al final a gritos, que cambiáramos de rumbo. No sólo de forma, no solo de estilos o prácticas.
Desde la elección del año 1989, la Concertación perdió casi 600 mil votos. La Democracia Cristiana cayó en más de 930 mil. Dicho de otra manera, perdimos todos los votos que bajó la Concertación y nos alcanzó para regalar casi 240 mil a nuestros adversarios. Curiosamente, en el mismo período, nuestros aliados mantienen sus rangos de votación e incluso la incrementan.

Es imposible entonces no admitir que seguramente nos hemos equivocado mas que otros.
Una razón evidente para cometer tanto error fue la costumbre de eternizar a los mismos dirigentes, en la dirección de los partidos y en la administración del gobierno.
Las sillas musicales fueron un ejemplo que reflejaba esta conducta insana, insensata e injusta.

No es posible pensar que serán, esos mismos dirigentes los que puedan encabezar la renovación que el partido necesita. Al contrario, ellos son solo el rostro de un fracaso anunciado que no refleja las aspiraciones de nuestros militantes y simpatizantes que quieren volver a reencontrase con un proyecto de utopías, de testimonios, de sueños y verdades.

La necesaria renovación debe ser de verdad. No se hace buen vino en odres viejos.
No seguiremos a quienes quieren que continuemos haciéndonos los lesos, para que no reflexionemos, hasta el dolor, acerca de nuestras responsabilidades en la derrota. Es muy difícil encontrar, en la historia, generales derrotados conduciendo a sus pueblos hacia el futuro Eso solo sirve para eludir las responsabilidades. Llegó la hora en que en la Democracia Cristiana nos acostumbremos a asumirlas.

Esa es la exigencia de la ética, tantas veces pregonadas y tan pocas asumidas.
Durante la segunda vuelta electoral prometimos casi todo lo imaginable: Aumento de la subvención escolar; nueva reforma tributaria; devolución del 7% a los jubilados; aumento del royalty; economía verde; seguro estatal para los créditos hipotecarios; nueva Constitución, etc., etc. y etc.

Todo esto se ofreció cuando veíamos la elección compleja y de resultado incierto.
Pero nos fue imposible contestar porqué, habiendo gobernado 20 años no hicimos lo que ahora prometíamos.
Se han intentado mucha explicaciones, que ni nosotros nos creemos.
Hay elementos, sin embargo, que tenemos obligación de reconocer: Soberbia llevada al extremo; primacía de la economía sobre la política; pérdida de la visión de Justicia Social que estaba en la esencia de la Democracia Cristiana; elitización de nuestros cuadros dirigentes; debilidad frente a los actos de corrupción de muchos de los nuestros; negación sistemática de escuchar a los otros; horror por la participación ciudadana; negación de la existencia y derechos de las minorías.

Frente a estas cuestiones, hay algunos que prefieren hacer el listado de los logros de nuestros gobiernos. Ellos son innegables, muchos y contundentes. En 20 años cambiamos para bien la vida de millones de chilenos.
Pero así como hay que reconocer aquello y defender ese legado, lo honesto es también hacerse cargo de los pasivos
Así lo reclaman los jóvenes que ilusionados entran a la educación superior y luego deben retirarse de ella por la incapacidad de financiar el total de la carrera; o las mujeres pobres, que siguen pariendo en algún baño de hospital; o los viejos, que prefieren creer en Piñera, con su mentirosa devolución del 7%; o las temporeras, que siguen orinando en las acequias y comiendo en el suelo; o los miles y miles de microempresarios, verdaderos emprendedores, que van de una promesa a otra, sin encontrar todavía la mano solidaria de un Estado burocrático para ellos tan lejano.

Mientras tanto, la concentración de la riqueza llega a niveles que superan todas las fronteras de la ética, no así las del pudor de los que ostentan de ella con vulgaridad y descaro. Al momento de la derrota ya no teníamos razones ni argumentos para volver a hacer soñar a nuestros ciudadanos, para llenar de esperanzas futuras el saco lleno de frustraciones de los chilenos a quienes seguíamos tratando de convencer con el único argumento de lo bien que lo habíamos hecho. Y la gente nos cambió.

Y entonces, aquí estamos, donde el pueblo nos colocó. En la oposición, aunque a algunos les cueste acostumbrarse.
Tomemos las banderas del V Congreso, pregonan algunos, después de hacerse los lesos con sus conclusiones, durante más de dos años, o actuar derechamente en contra de sus acuerdos.
Encerrémonos, con más soberbia que antaño, volviendo la mirada hacia la derecha, añorando el vientre matriz, nos dicen los que se sienten escogidos.
Quienes suscribimos este llamado a la reflexión no nos sentimos los escogidos por nadie, ni por nuestra sangre ni por nuestros apellidos.

Sin embargo, seguimos creyendo en el mensaje de justicia para los pobres y excluidos; seguimos creyendo en la Democracia Cristiana como un instrumento político insustituible para transformar las estructuras de una sociedad injusta, y, por cierto, seguimos creyendo en la amistad cívica de Maritain, que nos llama a construir con otros, la sociedad humana que soñamos con mas igualdad, democracia y fraternidad y cuya máxima expresión entre nosotros, reflejara el maestro Castillo en su documento Patria para Todos, en momentos tan difíciles.

Si camaradas, PARA TODOS, sin exclusiones.
El principal activo que se tiene al ser oposición es la oportunidad de actuar en función de las propias convicciones. Claro, para ello hay que tenerlas, lo que no es poco .Nosotros las tenemos.
Es imprescindible preguntarse a quién queremos representar.
Para nosotros, la respuesta es clara y sin ambigüedades. Queremos representar a los excluidos.
A los que no les llegó nunca la alegría.
A los que siguen estando en el 10% de cesantes.
A los 800 mil chilenos que creyeron en nuestras promesas y que luego nos abandonaron, después que nosotros los abandonamos a ellos.

A los homosexuales; a las etnias originarias; a los que trabajan a favor del medio ambiente, a los niños agredidos; a los miles de jóvenes que se refugian en la droga como mecanismo de negación de su miserable realidad; a los millones de chilenos que sufren el robo legalizado de grandes compañías de retail o servicios básicos; a los que nacen en zonas apartadas y saben que solo mirarán el desarrollo por televisión.
A los chilotes sin su puente; a los campesinos y modestos agricultores de la zona central que son desplazados por la codicia de las grandes compañías agroindustriales; a los pescadores artesanales, que el mar se les hace cada vez mas angosto; a los pequeños mineros que deambulan hasta morir, esperando encontrar el sustento familiar rasguñando el desierto.

Volveremos entonces a representar entonces a quienes hoy nos ven lejanos.
Somos la oposición.
Somos depositarios de la esperanza de la mitad del país, que quiere que sus derechos sean respetados y sienten temor frente a un gobierno cuya orientación sólo favorece a los poderosos.
Seremos la voz de los chilenos mas humildes, que ya ven la humillación de quienes han vuelto a utilizar el Estado en su propio beneficio.

Seremos la fuerza que, sin ambigüedades convoque a todos los chilenos, sin fronteras, como cuando luchábamos por la democracia, para devolver la esperanza a quienes hoy se sienten abatidos.
Nunca mas las posturas sectarias, que añoran el camino propio.

Ninguna ambigüedad frente al Gobierno.
Seamos consecuentes. Dijimos hasta el cansancio que “no daba lo mismo quien gobernara”. Y hoy, algunos que aspiran a dirigir el Partido, creen que se puede ser, una vez mas, duro hacia la izquierda y blando hacia la derecha. Esa ambigüedad es la que ha llevado a la Democracia Cristiana a ser el partido que mas adhesión pierde en las dos últimas décadas. Y algunos todavía no se quieren dar cuenta.
Esas son nuestras convicciones. Esas son las convicciones que queremos como la ruta por donde transite el partido del futuro. Esas son las convicciones que deben tener quienes quieran dirigir este partido para que tenga futuro.

Si volvemos la mirada en esta dirección, no nos amarán los empresarios como a otros. Pero tampoco recibiremos escupos y chiflidos en un estadio que se suponía atiborrado de los nuestros, aunque nos queramos hacer los sordos.

No tendremos que volver a “encontrarnos” con los trabajadores. Ellos volverán a ser parte de nosotros.
No tendremos que hacer esfuerzos para “entender a los jóvenes”. Los jóvenes gobernarán nuestro proyecto. Los jóvenes, los de veinte y treinta, no nuestros “jóvenes de 50 y tantos”.
Tal vez así Frei Montalva; Tomic, Leighton, Reyes y Palma, Castillo y Bustos, nos podrán acompañar con una sonrisa, sabiendo que, pese a todo, parte de la semilla cayó en tierra fértil y que eso es bueno para Chile, el de siempre, el que soñamos, el de todos y con todos.

miércoles, enero 20, 2010

La Revancha de los Sith.


Soy un admirador de películas de George Lucas, por eso hago una analogía entre la sanción del domingo y la Revancha del SITH, una de las pocas películas sin final feliz. Los Jedis derrotados por los que habían sido relegados por años: los Sith, cualquier similitud es mera coincidencia, quienes llegan al poder por medio de engaños y mentiras, los jedis por su parte no se dieron cuenta los que pasaba. Solo al final de la película tuvieron conciencia de su derrota.

Hace mucho tiempo que no sentía tanta pena y en el Hotel San Francisco, llore con el discurso de Frei, un tipo que a pesar de todos sus errores y falencias tuvo el coraje y la valentía de enfrentar esta elección, algo que no pueden decir próceres como Insulza y Ricardo Lagos que ahora hacen gárgaras con la renovación de la Concertación.

Mi sensación fue que nuestra derrota fue más por los errores de la propia Concertación la que no sintonizo con los cambios que ella misma generó. La elección de un candidato entre cuatro paredes y unas primarias regionalizadas, restringidas y con el miedo de que pasaba si nadie participaba, finalizando con los líderes de la Concertación insultándose con palabras de grueso calibre mientras se proclamaban a Frei como el
candidato único fueron la crónica de una derrota anunciada.

Aquí son muchos los responsables pero la victorias tienes muchos padres y las derrotas son huérfanas y caer en buscar responsables no es tan difícil. Uno de los principales errores fue el no transmitir de forma clara y oportuna los mensajes para desenmascarar a Piñera y que significaba esa mezcla entre negocios y política.

Ahora es el momento de fortalecer nuestros partidos y no andar formando nuevos movimientos, claro que esto implica tener un proceso de ingreso claro, trasparente y efectivo. Nuestros nuevos liderazgo como Orrego, Undurraga, Lagos Weber, Carolina Toha deben no solo asumir su responsabilidad sino dejar de reverenciar a una generación que aunque dio mucho por este país, se hace indispensable que tome un rol secundario para dar paso a estos
nuevos liderazgos.

Ahora la Nueva Concertación debe recoger e ir mucho más de los actuales partidos varios de ellos en la UTI, para eso debe dar o facilidades a que vuelvan los que se fueron y quieran afrontar este nuevo desafío y abrirse a nuevos movimientos y partidos del juntos podemos y el movimiento de Marco Enríquez algo como frente amplio uruguayo y tener una primaria lo más abierta y participativa posible en mayo de 2013 y un lista conjunta para la municipales de Octubre 2012.

Esa es nuestra tarea: estar mucho más cerca de la personas, de los trabajadores y de volver a soñar, hacer el camino a la raíces y nuestra esencia como centro izquierda de vanguardia que creemos en progreso y en la justicia social, trabajar para que la próxima película que se nos venga a la mente sea la nueva esperanza cuando Luke Skywalker (no es parlamentario de la DC) destruyó la estrella de la muerte y derrotó a Dark Vader, ojala que sea nosotros los que nos toque decir a la derecha “yo soy tu padre”.

Juan Pablo Marchant.

martes, enero 05, 2010

Quien soy




Soy un demócrata cristiano de convicción, pasión, sueños e ideales, de vanguardia y socialista comunitario.

Tengo 41 años, Dirigente activo de organizaciones sociales de  Ñuñoa como Presidente de Asociación por la Defensa de la calidad de vida y el Medio Ambiente de Ñuñoa y fundador y director de Autismo Ñuñoa.

En 2008 el candidato a concejal con 29 años en La Reina y   obtuve cerca del 4% (1745 votos) del apoyo de los vecinos de La Reina no resulte electo,  fui dirigente universitario en 1998 y 2002 (concejero FECH de la Federación de Estudiantes de Universidad de Chile).

Soy  Padre de Sofía Isidora (de  8 años).

Provengo de una familia de clase media, mi Padre es suboficial jubilado de la FACH y mi Madre es auxiliar dental, nací en La Cisterna,  Pertenezco al grupo de familias que es la primera generación profesionales de su familia.

Administrador Publico de la Universidad de Chile, Diplomado de Gestión Local y Desarrollo Municipal en La Universidad Miguel de Cervantes.